La enfermedad del presidente venezolano Hugo Chávez y su convalecencia en Cuba están mostrando que su liderazgo es hoy por hoy imprescindible para el gobierno, donde no existe un relevo visible, y para la oposición, fragmentada y con un discurso muy enfocado en el mandatario.
Analistas, políticos y simples observadores coinciden en que la ausencia de Chávez, alejado de la vida pública desde hace tres semanas tras haber sido operado de un absceso pélvico en La Habana, deja claro que el presidente es el motor de la política venezolana.
"Muestra el carácter personalista del régimen político, que reposa únicamente en Chávez. Su presencia y sus declaraciones movilizan a sus partidarios y detractores y su ausencia deja a la política sin vocero que fije la agenda", declaró a la AFP Angel Alvarez, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Dentro del oficialismo, la enfermedad de Chávez, de 56 años, ha mostrado que no existe una generación de relevo que pueda llenar el vacío que un día puede dejar este presidente con una personalidad arrolladora, un carisma indiscutible, una fuerte conexión con el pueblo y una notable influencia regional.
"Chávez es imprescindible en este momento y esto debe ser una alerta. Convencidos de que al presidente le queda mucho tiempo en la política, ese tiempo debe invertirse en construir una generación de relevo que continúe este proyecto político más allá de un liderazgo", declaró a la AFP Nicmer Evans, columnista y profesor de Teoría Política en la UCV.
Durante la convalecencia de Chávez, que aún no tiene prevista su fecha de vuelta a Venezuela, en el país se agravó la crisis eléctrica, estalló un sangriento enfrentamiento en una cárcel y Estados Unidos amenazó con nuevas sanciones. Y la ausencia del presidente se ha dejado notar en la gestión de todos estos problemas domésticos.
"Al gobierno, la enfermedad de Chávez le agarró de sorpresa. Están paralizados", consideró Alvarez, citando como ejemplo el enfrentamiento en la cárcel venezolana de El Rodeo, que ha dejado al menos 29 fallecidos.
"Se les fue de las manos. Chávez habría sabido coordinar mejor la operación o habría usado su respaldo popular para hablar con los familiares", agregó.
Por otra parte y según analistas, las divisiones en el seno del oficialismo ya habrían comenzado a aparecer.
"Pese a la imagen de unidad que se intenta dar, hay un fuerte debate sobre la sucesión", afirmó Alvarez.
Sin embargo, en cualquier acto del gobierno se menciona el nombre de Chávez y su gabinete asegura seguir sus instrucciones y obrar en su nombre.
"Hay que tener confianza en el equipo que se quedó aquí, en la retaguardia, ocupándonos de los asuntos del país", pidió la ministra para las Comunas, Isis Ochoa, en una entrevista con la televisión estatal VTV.
Chávez, en el poder desde 1999, es el candidato del PSUV para las presidenciales de 2012, cuando aspirará a un tercer mandato de seis años.
"¿Quiénes son ahora los líderes del chavismo sin Chávez dentro del gobierno? (...) Si se convocara a unas primarias para las presidenciales, en el PSUV habría como diez candidatos", apuntó José Albornoz, secretario general del partido Patria Para Todos (ex aliado de Chávez).
Dentro de la oposición, la ausencia de Chávez ha mostrado las divisiones internas y la ausencia de un líder único y fuerte.
"La oposición tiene un vacío de Chávez (...) Están sufriendo un síndrome de abstinencia", dijo el diputado oficialista Earle Herrera.
Para Evans, los detractores del gobierno están concentrados en "especular sobre la salud del presidente", que provoca múltiples rumores dentro y fuera del país debido a la ausencia de boletines médicos.
"Desde hace años, la oposición sólo genera respuestas en función de lo que diga el presidente. Su forma de hacer política es profundizar el antagonismo y no articular programas alternativos", opinó.
Para Alvarez, si la oposición tuviera candidato para las presidenciales de 2012, "podría ahora capitalizar a su favor los desaciertos del gobierno y la ausencia de Chávez".
Los detractores del gobierno prevén elegir un candidato único para las presidenciales a principios de 2012.
Analistas, políticos y simples observadores coinciden en que la ausencia de Chávez, alejado de la vida pública desde hace tres semanas tras haber sido operado de un absceso pélvico en La Habana, deja claro que el presidente es el motor de la política venezolana.
"Muestra el carácter personalista del régimen político, que reposa únicamente en Chávez. Su presencia y sus declaraciones movilizan a sus partidarios y detractores y su ausencia deja a la política sin vocero que fije la agenda", declaró a la AFP Angel Alvarez, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Dentro del oficialismo, la enfermedad de Chávez, de 56 años, ha mostrado que no existe una generación de relevo que pueda llenar el vacío que un día puede dejar este presidente con una personalidad arrolladora, un carisma indiscutible, una fuerte conexión con el pueblo y una notable influencia regional.
"Chávez es imprescindible en este momento y esto debe ser una alerta. Convencidos de que al presidente le queda mucho tiempo en la política, ese tiempo debe invertirse en construir una generación de relevo que continúe este proyecto político más allá de un liderazgo", declaró a la AFP Nicmer Evans, columnista y profesor de Teoría Política en la UCV.
Durante la convalecencia de Chávez, que aún no tiene prevista su fecha de vuelta a Venezuela, en el país se agravó la crisis eléctrica, estalló un sangriento enfrentamiento en una cárcel y Estados Unidos amenazó con nuevas sanciones. Y la ausencia del presidente se ha dejado notar en la gestión de todos estos problemas domésticos.
"Al gobierno, la enfermedad de Chávez le agarró de sorpresa. Están paralizados", consideró Alvarez, citando como ejemplo el enfrentamiento en la cárcel venezolana de El Rodeo, que ha dejado al menos 29 fallecidos.
"Se les fue de las manos. Chávez habría sabido coordinar mejor la operación o habría usado su respaldo popular para hablar con los familiares", agregó.
Por otra parte y según analistas, las divisiones en el seno del oficialismo ya habrían comenzado a aparecer.
"Pese a la imagen de unidad que se intenta dar, hay un fuerte debate sobre la sucesión", afirmó Alvarez.
Sin embargo, en cualquier acto del gobierno se menciona el nombre de Chávez y su gabinete asegura seguir sus instrucciones y obrar en su nombre.
"Hay que tener confianza en el equipo que se quedó aquí, en la retaguardia, ocupándonos de los asuntos del país", pidió la ministra para las Comunas, Isis Ochoa, en una entrevista con la televisión estatal VTV.
Chávez, en el poder desde 1999, es el candidato del PSUV para las presidenciales de 2012, cuando aspirará a un tercer mandato de seis años.
"¿Quiénes son ahora los líderes del chavismo sin Chávez dentro del gobierno? (...) Si se convocara a unas primarias para las presidenciales, en el PSUV habría como diez candidatos", apuntó José Albornoz, secretario general del partido Patria Para Todos (ex aliado de Chávez).
Dentro de la oposición, la ausencia de Chávez ha mostrado las divisiones internas y la ausencia de un líder único y fuerte.
"La oposición tiene un vacío de Chávez (...) Están sufriendo un síndrome de abstinencia", dijo el diputado oficialista Earle Herrera.
Para Evans, los detractores del gobierno están concentrados en "especular sobre la salud del presidente", que provoca múltiples rumores dentro y fuera del país debido a la ausencia de boletines médicos.
"Desde hace años, la oposición sólo genera respuestas en función de lo que diga el presidente. Su forma de hacer política es profundizar el antagonismo y no articular programas alternativos", opinó.
Para Alvarez, si la oposición tuviera candidato para las presidenciales de 2012, "podría ahora capitalizar a su favor los desaciertos del gobierno y la ausencia de Chávez".
Los detractores del gobierno prevén elegir un candidato único para las presidenciales a principios de 2012.
Fuente: enlatino.com
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