El llamado Consejo Interino para la Transición Nacional de Libia que
pretende instalarse en Tripoli con el apoyo aereo de la OTAN tiene en la
actualidad 31 miembros, los que representan a las diferentes regiones y ciudades
de Libia, según la BBC.
Algunos de ellos, han sido nombrados, mientras que aquellos que representan Ajdabiya, Kufra, Ghat, Salut, Misrata, Zintan y Zawiya permanecen en el anonimato.
Los corresponsales describen las reuniones de este Consejo como caóticas y su liderazgo como contradictorio, y que no está siempre claro a quien representa. BBC Mundo presenta así las figuras clave.
Nació en 1952, en la ciudad de Bayda, en el este de Libia, el lugar de origen histórico de la dinastía Sanusi y uno de los primeros lugares en levantarse contra el gobierno del coronel Gadafi.
Abdul Jalil estudió derecho y ley islámica (Shariah) en la Universidad de Libia.
Después de graduarse, Abdul Jalil trabajó como abogado en la fiscalía de Bayda antes de convertirse en juez, en 1978.
En 2002, fue designado presidente de la Corte de Apelaciones. Su último puesto antes de ser nombrado ministro de Justicia, en 2007, fue el de presidente del tribunal de Bayda.
Su característica durante su carrera de juez estuvo marcada por sus constantes resoluciones en contra del gobierno, de acuerdo con un informe del Wall Street Journal.
Tal reputación le valió el ingreso al régimen favorecido por el hijo del coronel Gadafi, Saif al-Islam, para darle al gobierno, y a este último, una fachada reformista.
Como ministro de Justicia, Abdul Jalil se ganó el reconocimiento de grupos de derechos humanos y gobiernos occidentales por sus esfuerzos para reformar el código penal de Libia.
Según un cable diplomático de Estados Unidos de enero de 2010 que fue filtrado, estaba en alta estima entre el personal del ministerio de Justicia libio y varios jueces, quienes lo consideraban ecuánime.
El embajador estadounidense, Gene Cretz, describió una reunión con él como “positiva y alentadora.”
“Mientras Abdul Jalil le ha dado el consentimiento a su personal para que trabaje con nosotros, hizo notar que muchos libios expresan su ‘preocupación’ por el apoyo estadounidense a Israel, y que el terrorismo se origina en la percepción de que Europa y Estados Unidos están “en contra” de los musulmanes,” escribió Cretz.
El cable también dice que Human Rights Watch creía que el empuje de Abdul Jalil para cambiar el sistema se inspiraba más en su punto de vista conservador que en un programa reformista.
Se afirma que la gente del este de Libia acogió los comentarios con beneplácito.
Cuando las protestas comenzaron en Benghazi, a mediados de febrero, el gobierno envió a Abdul Jalil a lidiar con ellas. Tras presenciar los disparos y la detención de pacíficos manifestantes, presentó su renuncia como ministro.
A los pocos días, se había convertido en el presidente del consejo rebelde para la transición nacional.
Ghoga es un organizador de la comunidad y abogado especialista en derechos
humanos residente en Benghazi.
El ex presidente de la Asociación de Abogados de Libia fue arrestado el 19 de febrero, poco después de que comenzaran las protestas contra el gobierno, pero fue puesto en libertad pocos días después.
Pronto alcanzó notoriedad, al declararse vocero de un consejo interino que rivalizaba con el que había creado Mustafa Abdul Jalil.
Ghoga fue nombrado vicepresidente y vocero del Consejo Interino para la Transición Nacional a comienzos de marzo.
El hijo del coronel Gadafi, Saif al-Islam, ha descrito a Ghoga como un oportunista. En declaraciones al periódico al-Sharq al-Awsat: “Hace sólo dos semanas, estaba sentado en la tienda del coronel Gadafi, vitoreando y aplaudiendo, e incluso apareció en al-Jazeera defendiendo a Libia y el gobierno. Pero, ahora, está hablando de derrocar al régimen.”
El ex general fue encarcelado luego de que se enemistara con Gadafi.
El coronel Lamine Abdul Wahhab, miembro del consejo militar rebelde del área de Benghazi, expresó que la designación de Hariri mejoraría la coordinación de las fuerzas armadas rebeldes.
“Es una personalidad muy conocida, muy popular, dado que trató de derrocar a Gadafi,” le dijo a la agencia de noticias Reuters.
Hariri es miembro de la tribu Farjan, en Libia occidental, y tiene una fuerte presencia dentro y en los alrededores del bastión de Gadafi de Sirte.
El Wall Street Journal dijo que su designación podría servir para atraer a influyentes tribus.
En una entrevista con el periódico The Globe and Mail, del 2 de marzo, Hariri, de 67 años, contó cómo le había enseñado a manejar a Gadafi cuando ambos eran jóvenes oficiales.
Ambos hombres participaron en una conspiración para derrocar al rey Idris, en 1969.
Hariri dijo que lamentaba que los oficiales no tuvieran, en ese tiempo, un plan para la nueva Libia y que no quería que se cometiera el mismo error.
“Esta vez, el pueblo será nuestra salvaguarda. Elegirá a un nuevo presidente y éste estará en el poder por un tiempo limitado. Podrá ser destituido si no sirve a su pueblo. Y, por supuesto, necesitaremos un parlamento y un sistema multipartidista,” enfatizó Hariri.
En 1975, mientras desempeñaba su cargo de secretario general del gabinete revolucionario, Hariri comenzó a organizar una conspiración para derrocar al coronel Gadafi con sus jóvenes oficiales.
La intriga fue descubierta y 300 hombres fueron arrestados. Cuatro murieron en el interrogatorio y 21 fueron sentenciados a muerte, incluyendo Hariri.
El militar pasó 15 años en la cárcel esperando ser ejecutado, cuatro y medio de ellos en confinamiento solitario.
En 1990, inesperadamente, el coronel Gadafi le conmutó la sentencia de muerte y fue puesto bajo arresto domiciliario en la ciudad de Tobruk, en el este del país.
Las fuerzas de seguridad lo vigilaban estrechamente, hasta que comenzó el levantamiento
Hariri, quien es festejado como un héroe cada vez que aparece en público, dijo que su papel en el Consejo Interino para la Transición Nacional era el de “asesorar” a la gente joven que inició el levantamiento.
Jibril es también la cabeza del comité de crisis del consejo rebelde, el que apunta a facilitar la toma de decisiones.
Nacido en 1952, Jibril tiene una maestría en ciencia política y un doctorado en planificación estratégica y toma de decisiones de la Universidad de Pittsburgh, en Pensilvania.
Después de completar su doctorado, en 1984, enseñó planificación estratégica y toma de decisiones por varios años.
También escribió varios libros y dirigió programas de adiestramiento en varios estados árabes.
Más tarde, llegó a ser el director del Consejo de Planificación Nacional de Libia.
En 2009, fue designado director del Panel para el Desarrollo Económico nacional, que fue fundado a mediados de la década de 2000 para alentar la inversión y el crecimiento económico en Libia.
Se entendía directamente con el primer ministro.
Un cable diplomático estadounidense datado en noviembre de 2009, escrito por el embajador de Estados Unidos en Libia, Gene Cretz, que se filtró a la prensa, describía a Jibril como “un serio interlocutor que entiende la perspectiva de Estados Unidos.
“Tampoco se complica para compartir sus puntos de vista sobre política exterior estadounidense, por ejemplo, y opina que Estados Unidos desperdició una oportunidad de oro para sacarle provecho a su “poder suave” tras la caída de la Unión Soviética, en 1989, poniendo “botas sobre el terreno” en el Medio Oriente”, escribió Cretz.
Un cable diplomático anterior describía a Jibril como “reformista”.
Nacido en Benghazi, en 1966, Issawi sacó un doctorado de privatizaciones de la Academia de Estudios Económicos de Bucarest, en Rumania.
Dirigió el Programa de Expansión de la Propiedad, un fondo del gobierno libio para incentivar las privatizaciones y llegó a ser ministro de Economía, Comercio e inversiones.
Tras un reajuste ministerial, en 2009, Issawi perdió su cargo.
Antes del levantamiento, Dighaili jugó un papel activo en la Asociación de Abogados de Benghazi. Sus miembros luchaban por reformas legales y un fin a la corrupción.
También exigían el reemplazo del director de la asociación, un partidario de Gadafi, quien fue destituido una semana antes de que comenzaran las protestas, tras una visita a la ciudad del líder libio.
“Podríamos habernos contentado con esto en el pasado, pero Túnez y Egipto nos enseñaron a pedir más”, dijo Dighaili a al-Masry al-Youm. “Y una vez que empezaron a disparar contra los manifestantes, entendimos que no había vuelta atrás.”
Los abogados de Benghazi desempeñaron un papel prominente en las protestas contra el gobierno y ayudaron a establecer el Consejo.
Algunos de ellos, han sido nombrados, mientras que aquellos que representan Ajdabiya, Kufra, Ghat, Salut, Misrata, Zintan y Zawiya permanecen en el anonimato.
Los corresponsales describen las reuniones de este Consejo como caóticas y su liderazgo como contradictorio, y que no está siempre claro a quien representa. BBC Mundo presenta así las figuras clave.
Presidente: Mustafa Mohammed Abdul Jalil
Abdul Jalil abandonó el ministerio de Justicia de Libia el 21 de febrero, en protesta ante “el excesivo uso de violencia contra manifestantes desarmados” por parte del Estado, el primer miembro del Comité General del Pueblo en hacerlo.Nació en 1952, en la ciudad de Bayda, en el este de Libia, el lugar de origen histórico de la dinastía Sanusi y uno de los primeros lugares en levantarse contra el gobierno del coronel Gadafi.
Abdul Jalil estudió derecho y ley islámica (Shariah) en la Universidad de Libia.
Después de graduarse, Abdul Jalil trabajó como abogado en la fiscalía de Bayda antes de convertirse en juez, en 1978.
En 2002, fue designado presidente de la Corte de Apelaciones. Su último puesto antes de ser nombrado ministro de Justicia, en 2007, fue el de presidente del tribunal de Bayda.
Su característica durante su carrera de juez estuvo marcada por sus constantes resoluciones en contra del gobierno, de acuerdo con un informe del Wall Street Journal.
Tal reputación le valió el ingreso al régimen favorecido por el hijo del coronel Gadafi, Saif al-Islam, para darle al gobierno, y a este último, una fachada reformista.
Como ministro de Justicia, Abdul Jalil se ganó el reconocimiento de grupos de derechos humanos y gobiernos occidentales por sus esfuerzos para reformar el código penal de Libia.
Según un cable diplomático de Estados Unidos de enero de 2010 que fue filtrado, estaba en alta estima entre el personal del ministerio de Justicia libio y varios jueces, quienes lo consideraban ecuánime.
El embajador estadounidense, Gene Cretz, describió una reunión con él como “positiva y alentadora.”
“Mientras Abdul Jalil le ha dado el consentimiento a su personal para que trabaje con nosotros, hizo notar que muchos libios expresan su ‘preocupación’ por el apoyo estadounidense a Israel, y que el terrorismo se origina en la percepción de que Europa y Estados Unidos están “en contra” de los musulmanes,” escribió Cretz.
El cable también dice que Human Rights Watch creía que el empuje de Abdul Jalil para cambiar el sistema se inspiraba más en su punto de vista conservador que en un programa reformista.
Se afirma que la gente del este de Libia acogió los comentarios con beneplácito.
Cuando las protestas comenzaron en Benghazi, a mediados de febrero, el gobierno envió a Abdul Jalil a lidiar con ellas. Tras presenciar los disparos y la detención de pacíficos manifestantes, presentó su renuncia como ministro.
A los pocos días, se había convertido en el presidente del consejo rebelde para la transición nacional.
Vicepresidente Abdul Hafez Ghoga
El hijo del coronel Gadafi, Saif al-Islam, ha descrito a Ghoga como un
oportunista.
El ex presidente de la Asociación de Abogados de Libia fue arrestado el 19 de febrero, poco después de que comenzaran las protestas contra el gobierno, pero fue puesto en libertad pocos días después.
Pronto alcanzó notoriedad, al declararse vocero de un consejo interino que rivalizaba con el que había creado Mustafa Abdul Jalil.
Ghoga fue nombrado vicepresidente y vocero del Consejo Interino para la Transición Nacional a comienzos de marzo.
El hijo del coronel Gadafi, Saif al-Islam, ha descrito a Ghoga como un oportunista. En declaraciones al periódico al-Sharq al-Awsat: “Hace sólo dos semanas, estaba sentado en la tienda del coronel Gadafi, vitoreando y aplaudiendo, e incluso apareció en al-Jazeera defendiendo a Libia y el gobierno. Pero, ahora, está hablando de derrocar al régimen.”
Omar al-Hariri. Asuntos militares
Hariri es uno de esos oficiales que tomó parte en el golpe de Estado que llevó al coronel Gadafi al poder, en 1969.El ex general fue encarcelado luego de que se enemistara con Gadafi.
El coronel Lamine Abdul Wahhab, miembro del consejo militar rebelde del área de Benghazi, expresó que la designación de Hariri mejoraría la coordinación de las fuerzas armadas rebeldes.
“Es una personalidad muy conocida, muy popular, dado que trató de derrocar a Gadafi,” le dijo a la agencia de noticias Reuters.
Hariri es miembro de la tribu Farjan, en Libia occidental, y tiene una fuerte presencia dentro y en los alrededores del bastión de Gadafi de Sirte.
El Wall Street Journal dijo que su designación podría servir para atraer a influyentes tribus.
En una entrevista con el periódico The Globe and Mail, del 2 de marzo, Hariri, de 67 años, contó cómo le había enseñado a manejar a Gadafi cuando ambos eran jóvenes oficiales.
Ambos hombres participaron en una conspiración para derrocar al rey Idris, en 1969.
Hariri dijo que lamentaba que los oficiales no tuvieran, en ese tiempo, un plan para la nueva Libia y que no quería que se cometiera el mismo error.
“Esta vez, el pueblo será nuestra salvaguarda. Elegirá a un nuevo presidente y éste estará en el poder por un tiempo limitado. Podrá ser destituido si no sirve a su pueblo. Y, por supuesto, necesitaremos un parlamento y un sistema multipartidista,” enfatizó Hariri.
En 1975, mientras desempeñaba su cargo de secretario general del gabinete revolucionario, Hariri comenzó a organizar una conspiración para derrocar al coronel Gadafi con sus jóvenes oficiales.
La intriga fue descubierta y 300 hombres fueron arrestados. Cuatro murieron en el interrogatorio y 21 fueron sentenciados a muerte, incluyendo Hariri.
El militar pasó 15 años en la cárcel esperando ser ejecutado, cuatro y medio de ellos en confinamiento solitario.
En 1990, inesperadamente, el coronel Gadafi le conmutó la sentencia de muerte y fue puesto bajo arresto domiciliario en la ciudad de Tobruk, en el este del país.
Las fuerzas de seguridad lo vigilaban estrechamente, hasta que comenzó el levantamiento
Hariri, quien es festejado como un héroe cada vez que aparece en público, dijo que su papel en el Consejo Interino para la Transición Nacional era el de “asesorar” a la gente joven que inició el levantamiento.
Mahmoud Jibril – Relaciones Exteriores
Antes del levantamiento, Jibril estuvo involucrado en un proyecto llamado “Visión libia” con otros intelectuales, quienes buscaban establecer un estado democrático.Jibril es también la cabeza del comité de crisis del consejo rebelde, el que apunta a facilitar la toma de decisiones.
Nacido en 1952, Jibril tiene una maestría en ciencia política y un doctorado en planificación estratégica y toma de decisiones de la Universidad de Pittsburgh, en Pensilvania.
Después de completar su doctorado, en 1984, enseñó planificación estratégica y toma de decisiones por varios años.
También escribió varios libros y dirigió programas de adiestramiento en varios estados árabes.
Más tarde, llegó a ser el director del Consejo de Planificación Nacional de Libia.
En 2009, fue designado director del Panel para el Desarrollo Económico nacional, que fue fundado a mediados de la década de 2000 para alentar la inversión y el crecimiento económico en Libia.
Se entendía directamente con el primer ministro.
Un cable diplomático estadounidense datado en noviembre de 2009, escrito por el embajador de Estados Unidos en Libia, Gene Cretz, que se filtró a la prensa, describía a Jibril como “un serio interlocutor que entiende la perspectiva de Estados Unidos.
“Tampoco se complica para compartir sus puntos de vista sobre política exterior estadounidense, por ejemplo, y opina que Estados Unidos desperdició una oportunidad de oro para sacarle provecho a su “poder suave” tras la caída de la Unión Soviética, en 1989, poniendo “botas sobre el terreno” en el Medio Oriente”, escribió Cretz.
Un cable diplomático anterior describía a Jibril como “reformista”.
Ali Issawi -Relaciones Exteriores
Issawi renunció como embajador en India el 21 de febrero en protesta ante “la violencia del gobierno contra sus ciudadanos” y el despliegue de “mercenarios extranjeros contra los libios”.Nacido en Benghazi, en 1966, Issawi sacó un doctorado de privatizaciones de la Academia de Estudios Económicos de Bucarest, en Rumania.
Dirigió el Programa de Expansión de la Propiedad, un fondo del gobierno libio para incentivar las privatizaciones y llegó a ser ministro de Economía, Comercio e inversiones.
Tras un reajuste ministerial, en 2009, Issawi perdió su cargo.
Saiwa al-Dighaili- Mujeres
Una abogada residente de Benghazi, proviene de una familia connotada en el este de Libia. Su tío estuvo preso por actividades de oposición.Antes del levantamiento, Dighaili jugó un papel activo en la Asociación de Abogados de Benghazi. Sus miembros luchaban por reformas legales y un fin a la corrupción.
También exigían el reemplazo del director de la asociación, un partidario de Gadafi, quien fue destituido una semana antes de que comenzaran las protestas, tras una visita a la ciudad del líder libio.
“Podríamos habernos contentado con esto en el pasado, pero Túnez y Egipto nos enseñaron a pedir más”, dijo Dighaili a al-Masry al-Youm. “Y una vez que empezaron a disparar contra los manifestantes, entendimos que no había vuelta atrás.”
Los abogados de Benghazi desempeñaron un papel prominente en las protestas contra el gobierno y ayudaron a establecer el Consejo.
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